Y la Palabra se hizo hombre,
acampó entre nosotros
y contemplamos su gloria:
gloria de Hijo único del Padre,
lleno de amor y lealtad.
Refieren las historias orientales
la de aquel rey del tiempo, que sujeto
a tedio y esplendor, sale en secreto
y solo a recorrer los arrabales
y a perderse en la turba de las gentes
de rudas manos y de oscuros nombres;
hoy, como aquel Emir de los Creyentes,
Harún, Dios quiere andar entre los hombres.
Y nace de una madre, como nacen
los linajes que en polvo se deshacen,
y le será entregado el orbe entero.
Aire, agua, pan, mañanas, piedra y lirio.
Pero después la sangre del martirio,
el escarnio, los clavos y el madero.
Amén.
Escrito por Jorge Luis Borges
- Poeta y filósofo argentino (1889-1986)