¡Bienvenidos!

viernes, 24 de agosto de 2012

Palabras del Papa a los jóvenes sobre el sentido de la vida



No os quedéis con respuestas fáciles
 

El hombre no puede vivir sin la búsqueda de la verdad sobre sí mismo. Los grandes interrogantes que llevamos dentro renacen siempre: ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?; ¿para qué vivimos? Estas preguntas son el signo más alto de la trascendencia del ser humano. Es, precisamente, mirándonos a nosotros mismos con verdad, con sinceridad y con valor como intuimos la belleza, pero también la precariedad de la vida, y sentimos una insatisfacción, una inquietud que nada concreto consigue llenar. Os invito a tomar conciencia de esta sana y positiva inquietud. No os quedéis en las respuestas parciales, más cómodas, que pueden dar algún momento de exaltación, pero que no dan la verdadera alegría de vivir. Aprended a leer en profundidad vuestra experiencia humana: ¡descubriréis, con sorpresa y con alegría, que vuestro corazón es una ventana abierta al infinito! 


El hombre, también en la era del progreso científico y tecnológico, sigue siendo un ser que desea más que la comodidad y el bienestar, sigue siendo un ser abierto a la verdad entera de la existencia. Vosotros lo experimentáis continuamente cada vez que os preguntáis: ¿Pero por qué? Cuando experimentáis qué significa amar de verdad; cuando sentís fuertemente el sentido de la justicia y de la verdad, y cuando sentís también la falta de justicia, de verdad y de felicidad. ¡Dejad que el misterio de Cristo ilumine toda vuestra persona! Entonces podréis llevar en los diversos ambientes esa novedad que puede cambiar las relaciones, las estructuras, para construir un mundo más justo y solidario, animado por la búsqueda del bien común. (Escrito por Benedicto XVI)

domingo, 19 de agosto de 2012

Recordando nuestro aniversario


El 20 de agosto de 1914, en Alba – una hermosa ciudad de Piamonte (Italia), Dios selló con el joven sacerdote Santiago Alberione, un pacto de alianza, pidiéndole de poner el cimiento de una nueva familia religiosa, bajo la especial protección del Apóstol Pablo, para evangelizar al mundo. 

La Familia Paulina ha nacido así, en fe, pobreza y sencillez, con algunos seminaristas, a quienes Santiago Alberione comunicó su pasión por el Evangelio, que tiene que ser anunciado con la prensa y todos los medios modernos de comunicación.

En este aniversario nos gusta subrayar el papel del Apóstol Pablo,  padre de la Familia Paulina, su maestro y modelo. Si San Pablo viviera, hoy seguiría ardiendo de la doble llama: el celo por Dios y la pasión de anunciar el Evangelio a todos los hombres. Y para que pudieran escucharle subiría los pulpitos más elevados y multiplicaría su palabra con los medios del progreso actual. Por el amor a Jesús, Pablo hablaba, rezaba, viajaba, sufría… hasta a morir por Él.

La meta alta y fascinante de la Familia Paulina es: “Ser Pablo viviente hoy”; hoy, en nuestro mundo multicultural, globalizado, tecnológicamente avanzado… y que busca la verdad y la justicia; y, aun si darse cuenta, tiene hambre y sed de Dios. 

A vosotros jóvenes, amigas y amigos de nuestro Blog, quiero decir: No tengáis miedo… cuanto más grande es el amor, más grande es el gozo. Escuchad en silencio la llamada; Dios  llama a todos a sembrar luz y paz, a dar un sentido de amor profundo a la vida. ¿Quizás si Dios llama a ti también a ser “Pablo viviente hoy”?