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viernes, 27 de julio de 2012

Disfruta de las vacaciones con libros buenos y atractivos

Dicen que leer es una forma de felicidad; es un íntimo placer. Es verdad. Hay libros capaces de llegar al corazón, libros divertidos, libros llenos de sabiduría; cuentos y poesías, libros testimonios que enseñan a vivir… Hay libros que logran mover la conciencia del lector, de hacerlo reflexionar y motivarlo. Libros que llevan a apreciar aquello que realmente vale, y que muchas veces pasa desapercibido…

Con nuestra Editorial Paulinas, 
te sugerimos cinco libros, simpáticos, 
que pueden marcar con un sello 
de oro tus vacaciones.

Encuentros con Jesús,  de Thérese Neel.
Un libro para imaginar el impacto personal 
que pudo suponer para los personajes del Evangelio, 
el encuentro personal con Jesús.



El color de los sentimientos, de A. Strada – C. Zanotti.
Conocer los sentimientos para poder encauzarlos 
y reforzar sus valores. Libro que introduce 
en forma práctica al conocimiento de sí mismo.

Diez camellos arrodillados, de Ermes Ronchi.
El autor nos va a conducir hacia la oración por unos 
caminos que nos sorprenden, llenos de belleza, 
de profundidad, de emoción. 

Jade y los misterios de la vida, de Francisco Garagnon.
JADE es una niña llena de sabiduría y poesía. Como si fuese 
un maestro experimentado, nos lleva de la mano, con su frescura 
infantil a un viaje fascinante.



Joy y la búsqueda de la felicidad, 
de Francisco Garagnon.
Un relato apasionante, lleno de humanidad, 
de sencillez y de espiritualidad. 
Joy, una niña muy especial, 
es un torrente de vida 
que nos conmocionará íntimamente.


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jueves, 12 de julio de 2012

Descubrir el proyecto de Dios en este tiempo de crisis


Cada persona tiene dentro de sí una mente y un corazón que nadie puede tocar, que nadie puede destruir. Es verdad que en último término nos pueden quitar la vida, pero nadie nos puede obligar a pensar lo que no queremos, ni amar lo que odiamos, ni despreciar lo que sea más importante para nosotros.

Cada hombre o mujer, en esta tierra, puede vivir para algo, puede vivir para alguien. Querer vivir para nada, sin ningún proyecto serio, sin ningún amor sincero, es caminar hacia la propia destrucción de la persona. Por eso hay que descubrir nuestra tarea, nuestra misión en esta vida. Se trata de ver cuál es mi trayectoria personal y preguntarme qué esperan los demás de mi existencia. Sentido de la vida y vocación personal en este punto se encuentran.

Hay un designio que nos supera, nunca comprendido del todo; hay un proyecto en el que cada uno tiene un lugar maravilloso. Descubrir ese proyecto de Dios especialmente en este tiempo de crisis, pensando para nosotros, para nuestra propia felicidad y para el bien de nuestro país y del mundo, es una tarea que nos pide a todos abrir el corazón a la esperanza.

El tipo de persona a la que aspiramos es el de aquélla que sepa elegir, dividir, cortar por lo sano y, al mismo tiempo, que sepa adoptar, rehusar, rechazar. Toda elección así realizada es creadora. Todo ser personal tiene ante sí la vocación a una elección responsable para llegar a ser la persona en plenitud que ha sido llamada a ser. Pero, por encima de las llamadas concretas que cada persona pueda tener, todos estamos llamados a ser “buenas personas”.