¡Bienvenidos!

jueves, 17 de enero de 2013

Si San Pablo viviera hoy utilizaría Twitter, Facebook, Tuenti, Skype, el Blog.

En el mes de enero dedicamos nuestro blog a San Pablo apóstol, nuestro guía y protector. Todos nosotros estamos invitados a conocer este gigante de la fe, su vida, sus obras y sus Cartas. 

El 25 de enero celebramos el día de su conversión, del vuelco de su vida, cuando Jesús lo llamó en el camino de Damasco. Pablo no conoció personalmente a Cristo, igual que todos nosotros. Pero él tuvo la experiencia de Jesús Resucitado, que transformó su vida.

El poeta Ángel Valbuena Prat (Barcelona, 1900 - Madrid, 1977), reza así recordando la conversión de San Pablo: 

Si derribado caíste,
fue para elevarte más.
De hoy por siempre seguirás
al Cristo que perseguiste.
Ruega por mí, ciego y triste,
que Saulo de errores fui.
Si en el pecado me hundí,
pueda seguirte en tu vuelo.
Desde el fulgor de tu cielo,
San Pablo, ruega por mí. Amén.  


Nosotras, las Paulinas y vosotros, amigos y amigas de nuestro Blog, estamos bajo la protección del gran Apóstol, sentimos muy cerca al mundo de hoy, sus progresos y sus deseos. Nuestro fundador, el Beato Santiago Alberione diría: “Si san Pablo viviera hoy, continuaría ardiendo en aquella doble llama de un mismo incendio: el celo por Dios y por su Cristo, y por los hombres de cualquier pueblo. Y para que le oyeran, se subiría a los púlpitos más elevados y multiplicaría su palabra con los medios del progreso actual. Su doctrina no sería ni fría ni abstracta”. 

¿No te parece que San Pablo, hoy, utilizaría Twitter, Facebook, Tuenti, Skype, Blog?; además del cine, radio, televisión y música.

miércoles, 2 de enero de 2013

Los Reyes miran al Niño


Jesús, que recibe a los Reyes Magos, que llegan de lejos, acoge a todos los pueblos, de toda raza y cultura. Es el Dios que derrama sus bendiciones sobre la humanidad entera. ¡Que ofrece su paz al mundo y enseña el camino de la fraternidad!

 
Niño de mirada tierna,

¡quién pudiera ir a Belén

a verte esta Nochebuena!

Pero si naces en mí

y en todo el que paz desea,

¿por qué envidiar a Belén

si es Belén la tierra entera?

Niño de mirada tierna,

¡quién pudiera ir a Belén

a verte esta Nochebuena!,

sean tus divinos ojos

los que me miren y vean.
Niño de mirada tierna,

que cuando vaya a Belén,

a ofrecerte mi pobreza,

la sonrisa de tu Madre

sea el premio de mi ofrenda.
                       (José Luis Martínez González)