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lunes, 13 de febrero de 2012

Himno al Amor de san Pablo, apóstol

A todos los amigos y amigas de este Blog:

El amor de mi vida es Jesucristo. Yo experimento cada día su amor. Soy muy feliz. San Pablo, enamorado de su Dios, me enseña como tengo que vivir, como él, en su amor a Jesucristo.

Vamos a leer juntos el Himno al Amor, poema precioso del apóstol san Pablo:

“Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.
Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.
Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas.
Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto. [...]
En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande todas es el amor”.

(Primera Carta de san Pablo a los Corintios 13, 1-13)

2 comentarios:

Patricia Palleres dijo...

gracias hermanas, felicidades para ustedes también...un abrazo gigante en el Señor. Patry

José Luis Valladares Fernández dijo...

Gracias por visitar mi blog.

Es enorme la labor que están haciendo en esta sociedad tan falta hoy día de valores morales. Las cartas de San Pablo siguen plenas de actualidad y hace falta gente que se las recuerde a esta sociedad tan descristianizada. Casi, casi, nos han convertido a España en un país de misiones.

Un saludo afectuoso