La justicia sin amor te hace implacable.
La diplomacia sin amor te hace hipócrita.
El éxito sin amor te hace arrogante.
La riqueza sin amor te hace avaro.
La docilidad sin amor te hace servil.
La pobreza sin amor te hace orgulloso.
La belleza sin amor te hace ridículo.
La autoridad sin amor te hace tirano.
El trabajo sin amor te hace esclavo.
La simplicidad sin amor te quita valor.
La oración sin amor te hace introvertido.
La ley sin amor te esclaviza.
La política sin amor te hace egoísta.
La fe sin amor te hace fanático.
La cruz sin amor se convierte en tortura.
La vida sin amor simplemente no tiene sentido.
1 comentario:
Formidable este texto; es una forma sencilla, pero muy concreta, de ayudarnos a reflexionar sobra la necesidad absoluta del amor, si queremos ser cristianos. El modelo es Jesús... y San Pablo lo sigue muy de cerca.
Gracias por este mensaje tan grande y tan bonito.
Erminia
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